Fotografía Directa a lo Paul Strand
Se dice que los fotógrafos, somos unos frustrados pintores, para mí, esta afición por la fotografía, nace de una necesidad; necesidad de poner en evidencia aquello que siempre se piensa en silencio, eso que perturba y punza el alma, desgarrando con una extrema sensibilidad, lo que es común y que a nadie parece importarle, lo que esta en nuestra forma de vida y arraigado en el lugar en que vivimos. Ese “culto al consumo” que cita Moulian1, el hacer del “mall” las actuales plazas domingueras, esa vida insatisfecha siempre, y deseosa de tenerlo todo, aquella invasión de la publicidad, actuando sobre el inconsciente y manipulando a las masas, muchas veces insertando modelos de belleza que crean desprecio e inseguridad de si mismo. Todos hechos con sus respectivos precedentes, tema digno de libros enteros, que el autor ya citado ha tratado en profundidad, mediante la retórica escrita.
¿Como expresar todo esto de una manera que no signifique solo un juicio personal?. E aquí el descubrimiento de la cámara fotográfica como generadora de evidencias innegables que avalan un ensayo; para ello debía servirme de un tipo de fotografía de carácter “purista” o “directa”. Aquella corriente que nació a comienzos del siglo XX, renunciando a la intención de que la fotografía se pareciera a la pintura, para si dar paso a elogiar las “fotografías que parecen fotografías”.
Al igual como lo hizo Paul Strand, debía buscar la forma de poder fotografiar, sin que los retratados pudieran darse cuenta del tal hecho; yo no podía servirme de una cámara de formato medio con un lente falso, utilizar algo así, actualmente seria casi imposible por el elevado costo de las películas ya casi inexistentes y por los nuevos requerimientos en torno a la imagen, si que para tal caso utilizo un Visor Angular montado a mi reflex digital, lo que me permite obturar desde la cintura, tal como lo hizo, aquel que un día ayudó a que la fotografía fuera apreciada como una obra de arte como lo que es, y que hoy tomo como referente.
Haciendo un símil con la obra de Strand, las mías son imágenes carentes de manipulación, salvo pequeños ajustes de revelado, privilegiando la nitidez en gran medida, usando casi siempre el diafragma mas alto posible que resulte en combinación con el tiempo critico. Se busca la espontaneidad natural, donde los retratados actúen como siempre, en su vida cotidiana, solo hay que esperar pacientemente hasta que los elementos de la escena se agrupen de forma que capten la esencia de aquel instante y que refleje la postura que se quiere avalar, tratando de cuidar también la geometría y armonía, lo que Cartier-Bresson llamaba “el momento decisivo”. Nada es fingido ni posado, de ser de esta última forma, ya no seria para mí, evidencia de mi discurso. Justamente también, debido a la espontaneidad de aquellos momentos pueden dejar en evidencia la aun no lograda experticia técnica por la basta experiencia,
Estas fotografías pertenecen a la serie “El nuevo estilo de vida chileno”, tema que se concentra en la analogía con el “estilo de vida americano”, el cual vengo retratando desde mi inserción en este arte, que da lugar en mis años dentro de la enseñanza media. Tema que aun no doy por terminado.
Se dice que los fotógrafos, somos unos frustrados pintores, para mí, esta afición por la fotografía, nace de una necesidad; necesidad de poner en evidencia aquello que siempre se piensa en silencio, eso que perturba y punza el alma, desgarrando con una extrema sensibilidad, lo que es común y que a nadie parece importarle, lo que esta en nuestra forma de vida y arraigado en el lugar en que vivimos. Ese “culto al consumo” que cita Moulian1, el hacer del “mall” las actuales plazas domingueras, esa vida insatisfecha siempre, y deseosa de tenerlo todo, aquella invasión de la publicidad, actuando sobre el inconsciente y manipulando a las masas, muchas veces insertando modelos de belleza que crean desprecio e inseguridad de si mismo. Todos hechos con sus respectivos precedentes, tema digno de libros enteros, que el autor ya citado ha tratado en profundidad, mediante la retórica escrita.
¿Como expresar todo esto de una manera que no signifique solo un juicio personal?. E aquí el descubrimiento de la cámara fotográfica como generadora de evidencias innegables que avalan un ensayo; para ello debía servirme de un tipo de fotografía de carácter “purista” o “directa”. Aquella corriente que nació a comienzos del siglo XX, renunciando a la intención de que la fotografía se pareciera a la pintura, para si dar paso a elogiar las “fotografías que parecen fotografías”.
Al igual como lo hizo Paul Strand, debía buscar la forma de poder fotografiar, sin que los retratados pudieran darse cuenta del tal hecho; yo no podía servirme de una cámara de formato medio con un lente falso, utilizar algo así, actualmente seria casi imposible por el elevado costo de las películas ya casi inexistentes y por los nuevos requerimientos en torno a la imagen, si que para tal caso utilizo un Visor Angular montado a mi reflex digital, lo que me permite obturar desde la cintura, tal como lo hizo, aquel que un día ayudó a que la fotografía fuera apreciada como una obra de arte como lo que es, y que hoy tomo como referente.
Haciendo un símil con la obra de Strand, las mías son imágenes carentes de manipulación, salvo pequeños ajustes de revelado, privilegiando la nitidez en gran medida, usando casi siempre el diafragma mas alto posible que resulte en combinación con el tiempo critico. Se busca la espontaneidad natural, donde los retratados actúen como siempre, en su vida cotidiana, solo hay que esperar pacientemente hasta que los elementos de la escena se agrupen de forma que capten la esencia de aquel instante y que refleje la postura que se quiere avalar, tratando de cuidar también la geometría y armonía, lo que Cartier-Bresson llamaba “el momento decisivo”. Nada es fingido ni posado, de ser de esta última forma, ya no seria para mí, evidencia de mi discurso. Justamente también, debido a la espontaneidad de aquellos momentos pueden dejar en evidencia la aun no lograda experticia técnica por la basta experiencia,
Estas fotografías pertenecen a la serie “El nuevo estilo de vida chileno”, tema que se concentra en la analogía con el “estilo de vida americano”, el cual vengo retratando desde mi inserción en este arte, que da lugar en mis años dentro de la enseñanza media. Tema que aun no doy por terminado.
1Moulian, Tomás, Chile actual, Anatomía de un mito
Extraño el negativo que en si mismo era el autentico elemento fotográfico que no admitía manipulación.